Vivir en Castilla-La Mancha es un privilegio, porque tenemos muchos lugares donde podemos pararnos a admirar las vistas, o simplemente a ver pasar a las personas en nuestras ciudades o pueblos. Dentro de las maravillas de nuestra tierra tenemos los parques arqueológicos, con restos históricos inolvidables, los monumentos y sitios de ensueño o las plazas, el centro de la vida de nuestra región.
Hoy queremos enseñarte algunas de las plazas mayores donde nos sentamos a descubrir un mercado tradicional o a admirar la belleza de una catedral que se ha construido hace siglos. En ellas pasamos buenos momentos con los amigos y en ellas hemos crecido, aprendiendo muchas lecciones que nos han servido para mejorar nuestras vidas. ¡Que lo disfrutes!
5 plazas preciosas de ciudades y pueblos de Castilla-La Mancha
- Alcaraz (Albacete). En el siglo XVI comenzó a construirse la emblemática Plaza Mayor de Alcaraz, un espacio de trazado rectangular con soportales que pretendía albergar uno de los mercados más importantes de la provincia de Albacete. En su ángulo sureste se encuentra dominada por las dos magníficas torres, la Torre de la Trinidad (de la iglesia) y la Torre de El Tardón, mientras que en el noroeste se encuentra el gran Arco de la Zapatería y la Casa de la Carnicería, edificios que aún conservan vestigios de épocas pasadas.
- Almagro (Ciudad Real). La Plaza Mayor de Almagro es uno de los espacios donde se celebra el conocido Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, patrocinado por Globalcaja, una entidad comprometida con la difusión de la cultura castellano manchega. Acércate a verla y podrás disfrutar con sus hermosas galerías, además de hacer una visita al Corral de Comedias para sentirte como un auténtico artista.
- Beteta (Cuenca). En la plaza de este pueblo conquense puedes ver un gran ejemplo de la arquitectura típica serrana, en la que sobresalen sus hermosos balcones hechos en madera. También puedes aprovechar el viaje para comer en algún restaurante de la zona, demostrando tu apoyo al comercio y a la gastronomía local.
- Ocaña (Toledo). La Plaza Mayor de Ocaña es más moderna, porque fue construida en el siglo XVIII, pero no por ello deja de albergar auténticas maravillas. Las fachadas se apoyan sobre pilares de piedra de sillería almohadillada, en los que cargan arcos de medio punto de ladrillo, formando pórticos o galerías cubiertas por la construcción de dos plantas en las que hay balcones y buhardillas que merece la pena ver. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981.
- Pastrana (Guadalajara). En la Villa Ducal de Pastrana puedes contemplar una plaza con vistas a la montaña, presidida por el espectacular Palacio Ducal. En él estuvo recluida la Princesa de Éboli con el único derecho de disfrutar una hora de sol al día en uno de los balcones del levante, lo que ha provocado que termine llamándose Plaza de la Hora. No te pierdas los miradores situados por toda la localidad, que te permiten disfrutar de unas vistas de ensueño con toda la familia.
¿Cuál de estas plazas te ha gustado más? Nuestra recomendación es que las incluyas en tu ruta de fin de semana, en la que puedas visitar algunos de los pueblos más bonitos de nuestra tierra en otoño. De esta forma, tendrás un lugar donde puedas descansar y planificar tu siguiente destino mientras descubres nuevas zonas turísticas donde nunca habías estado.
