Caminar por la red no está exento de peligros para los navegantes. Cada vez que entramos en un portal web que no tiene el candado de seguridad o el protocolo https, o cuando descargamos un archivo sin saber de dónde procede, nos estamos exponiendo a ciberdelitos tan conocidos como el pharming.
En este ciberataque, el farming y el phishing se dan la mano para capturar los datos del usuario cuando los introduce en una web falsa que han creado los ciberdelincuentes, suplantando la identidad de distintas empresas que te ofrecen servicios financieros o de cualquier otro tipo.
Lo que quieren es ganarse tu confianza para que introduzcas tu nombre de usuario y tu contraseña, e incluso tu tarjeta de crédito, de forma que estés atacando tu propia privacidad sin darte cuenta. Si quieres saber cómo defenderte del pharming, te aconsejamos que te quedes con nosotros, porque es mucho más fácil de lo que parece. ¿Quieres saber cómo conseguirlo?
Trucos y consejos para que el pharming no se lleve tus datos
El verdadero peligro de esta técnica es que omite el cebo y envía a las víctimas al sitio web falsificado sin su conocimiento o consentimiento. Estas reciben un correo electrónico que les invita a visitar el portal digital, y como escriben el nombre directamente en el navegador, es mucho menos probable que detecten el fraude. Aprende a defenderte del pharming poniendo en práctica estos consejos:
- Escoge un proveedor de servicios de Internet (ISP) de confianza. Si trabajas en una empresa, es posible que ya cuentes con uno, pero es importante cerciorarse para evitar cualquier inconveniente. Un buen ISP bloqueará directamente los intentos de pharming, mostrando advertencias de peligro siempre que entres en una dirección web fraudulenta, lo que te ahorrará muchos quebraderos de cabeza.
- Comprueba las direcciones URL por si contienen errores. Como el dominio principal de cada dirección ya está cogido, los ciberdelincuentes intentarán poner pequeños errores o erratas para que siga pareciendo verdadero. Investiga que no haya una coma de más, o un símbolo que esté fuera de lugar, lo que te dará un indicador de que deberías abandonarla inmediatamente.
- Busca URL que comiencen con HTTPS. Cuando veas el protocolo de seguridad HTTPS, significa que todo el tráfico que tengas con el sitio web se cifra, por lo que un tercero no puede interceptarlo. Los sitios web con este nivel de seguridad mejorada cambian automáticamente su URL de HTTP a HTTPS para indicarte que sus datos están a salvo, pero también puedes echar un vistazo al famoso “candado” para que tu información esté protegida en todo momento.
- Investiga el sitio antes de hacer nada en él. Si un sitio web de confianza no tiene el aspecto de siempre, tal vez te encuentres en la versión creada por un pharmer. Haz algunos clics para asegurarse de que todas las páginas están presentes y echa un buen vistazo, porque muchos ciberdelincuentes no se molestan en poner términos de servicio o políticas de privacidad, obligatorias en la Unión Europea.
- Aléjate de las ofertas increíbles que veas en la red. Los viajes de España a Egipto o los hoteles en primera línea de playa no deberían tener un 80% de descuento. Desconfía de aquellas rebajas que parezcan increíbles, o asegúrate de contactar antes con la web oficial para que te pongan al día sobre todos los descuentos que quieras aprovechar. Mantente alerta, especialmente, en los comercios electrónicos, donde los pharmers están atentos para colar ofertas que no tienen ningún tipo de sentido.
Ante todo, la clave para evitar el pharming es tener precaución y una buena capacidad de observación. La mayoría de estos ciberdelitos siguen un modus operandi, que comienza por el envío de un correo electrónico sospechoso y culmina cuando el usuario ha dejado todos sus datos en la página web de destino. Sigue estos consejos y verás cómo podrás llevar a cabo actividades de forma segura, como comprar por internet sin dificultades.
