A la hora de defendernos de los ciberataques más frecuentes, debemos tener claro que lo mejor que podemos hacer es tener precaución.
Cuando navegamos por internet, es importante que mantengamos los ojos bien abiertos para revisar la autoría de los correos electrónicos, o para verificar que no estamos conectados a una wifi abierta sin querer. De lo contrario podemos ser víctimas de ciberdelitos como el sniffing.
El sniffing es un ciberdelito que se vale del sniffer, una herramienta de software o hardware que permite al usuario supervisar el tráfico en Internet de un usuario en tiempo real y capturar todo el tráfico de datos que entran y salen de un equipo.
La utilidad de un sniffer no es mala de por sí, porque también puede utilizarse para mantener el tráfico constante en una red de internet o detectar consumos altos de ancho de banda para evitar que alguien haga uso de programas para compartir archivos.
El problema está cuando cae en manos de un hacker, que es capaz de rastrear la conexión para llevarse nuestros datos sin permiso.
¿Quieres saber más sobre este ciberdelito?
¿Cómo funciona el sniffing?
El delincuente informático comienza empleando el sniffer, también conocido como sonda de red, sniffer inalámbricos, sniffer Ethernet o sniffer de paquetes, para capturar e inspeccionar los “paquetes” de datos que viajan a través de la red.
En ellos viene contenida la información clave de nuestra navegación, como las webs que visitamos e incluso los datos personales que introducimos en nuestras compras online.
Algunos sniffers son hardware y a menudo se integran en dispositivos de red, como routers, para una administración más cómoda, pero en la mayoría de los casos se opta por el software, porque es mucho más difícil de identificar.
De esta forma, los ciberdelincuentes utilizan trucos de ingeniería social o estafas de phishing para persuadir a sus víctimas de que descarguen sus programas, dirigiéndoles a sitios web infectados que descargan automáticamente el sniffer cuando los visitan, o les envían correos electrónicos con archivos adjuntos que instalan el software malicioso.
Los hackers también pueden detectar redes wifi públicas no seguras e interceptar el tráfico de cualquiera que las use. Los inalámbricos son especialmente populares en los ataques de suplantación, ya que el ciberdelincuente puede utilizar los datos capturados para “suplantar” un dispositivo de la red inalámbrica.
¿Cómo protegerse del sniffing?
La buena noticia es que podemos defendernos del sniffing si llevamos cuidado.
En primer lugar debemos descargar un antivirus potente que sea capaz de rastrear todo el sistema y las conexiones de red que tengamos con dispositivos externos. Además, es conveniente que registremos todos y cada uno de los correos electrónicos que recibimos en busca de archivos sospechosos que se infiltren en nuestro ordenador.
No te olvides, tampoco, de cifrar tus datos utilizando una VPN adecuada, porque te aseguras de que nadie puede acceder a la información que estás enviando en cada conexión que tengas con tu navegador.
Por último, no te conectes a wifis abiertas y asegúrate de que no visitas sitios web sin cifrar, comprobando que estas tienen el candado en la barra superior y el protocolo de seguridad https.
Te habrás dado cuenta de que muchos de estos consejos se pueden aplicar a otros ciberdelitos como el smishing o el malware.
Protegerte frente a estos ataques en el móvil o en el ordenador pasa por prestar atención a los detalles, blindar tu conexión con un buen software y evitar los sitios maliciosos de la red. Sigue estos consejos y verás cómo puedes hacer tus compras online y disfrutar de tu navegación con una protección absoluta.
