Los malware o programas maliciosos son una de las amenazas más comunes en internet. Estos programas malignos infectan tus dispositivos y se infiltran en tu sistema operativo sin que te des cuenta. Uno de los más peligrosos es la botnet, formado por un conjunto de bots que entran en tu red (network) para inutilizarla o secuestrar tu información.
El Índice Global de Amenazas señala que este ciberdelito está cobrando cada vez más importancia en nuestro día a día. De hecho, en enero de 2021 los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Europa tuvieron que colaborar para tumbar la botnet de Emotet, un troyano que enviaba mails falsos a empresas importantes para abrir sus sistemas de seguridad a ciberdelincuentes de todo el mundo.
¿Qué es la botnet?
Una botnet es una red de equipos informáticos que han sido infectados con software malicioso que permite su control remoto, obligándoles a enviar spam, propagar virus o realizar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) sin el conocimiento o el consentimiento de los propietarios reales de los equipos.
El objetivo del ciberdelincuente es crear un gran red zombi, o conjunto de dispositivos infectados, formada por miles o millones de ordenadores que le permitan actuar a distancia, robando información confidencial o llevando a cabo ataques de ransomware para conseguir dinero comerciando con los datos de sus víctimas.
El modus operandi de la botnet
El responsable sigue un modus operandi muy concreto, desde el anonimato, para llegar hasta tu ordenador. Estos son los pasos que sigue para infectar tu dispositivo y poner en riesgo tu seguridad digital:
- Fabrica un malware capaz de penetrar tus sistemas de antivirus sin que seas consciente de ello.
- Lo envía a tu dispositivo vía e-mail, SMS o en un USB que contiene el archivo infectado.
- Cuando lo abres o lo descargas, el malware se conecta con el servidor remoto que está asociado a la red del ciberdelincuente.
- Este envía instrucciones al software malicioso para ejercer una función: quedarse tu información, controlar el dispositivo o activar spyware ocultos que vigilan todos tus movimientos.
Cuando eres víctima de este ciberdelito pueden suceder dos cosas: o bien tus datos quedan almacenados en una base de datos interconectada con otros dispositivos o terminan en manos de otro delincuente que los ha alquilado para incluirlos en su propio database. En cualquier caso, pierdes el control de ellos y ya no puedes recuperarlos.
Cómo evitar el daño de la botnet
La buena noticia es que, si eres precavido y vigilas tus movimientos cuando navegas por la red, no serás víctima de la ‘botnet’ fácilmente.
Sigue estos consejos. Dificultarán que el ataque de esta forma maliciosa de malware infecte tu dispositivo:
- Ten un buen antivirus instalado. La botnet intentará sortear las defensas de tu dispositivo, Si haces análisis continuos en busca de problemas o ataques maliciosos, podrías desactivarla antes de que logre llegar a tu información. Asegúrate de tener también un anti-malware especializado, que escanee tu teléfono o tu ordenador de forma periódica para que puedas navegar con total seguridad.
- Permite las actualizaciones automáticas. Aunque te parezca un fastidio tener que esperar a que Windows se actualice, puede que sea una de las mejores maneras de protegerte frente a la botnet. Piensa que tu sistema operativo también incluye sistemas propios de defensa que te vendrán muy bien ante cualquier eventualidad.
- Descarga el software solo desde sitios de confianza. Cuando navegues por una web, busca el candadito y el protocolo https en el navegador. Esto indica que tus contraseñas están encriptadas y que los ciberdelincuentes no pueden acceder a ellas con facilidad. Las descargas de software o información, hazlas solo de páginas en las que confíes, y analiza con el antivirus los archivos que hayas descargado.
- Cuídate de los links en correos electrónicos. Lo mejor que puedes hacer cuando te encuentres un enlace en un correo electrónico, es cerrarlo y escribir la url directamente en el navegador. Además para evitar el phishing, comprueba que no haya errores gramaticales en el texto y que el remitente sea 100% fiable antes de responder o descargar el archivo que te ofrecen.
Navegar con mucho cuidado es la mejor forma de prevenir ataques cibernéticos. Nunca sabes cuándo puedes encontrarte en una web y exponer tus datos personales. Además, informarte correctamente sobre los ciberdelitos más comunes como el malvertising o el fraude del CEO te ayudará a saber cómo proteger tu privacidad en internet.
