Tener una buena educación financiera y conocer términos como déficit público o inflación, es clave para saber, por ejemplo, cómo invertir o proteger nuestro dinero ante diferentes coyunturas económicas y afrontar cualquier reto económico con facilidad.
Uno de los criterios de inversión, correspondiente al cálculo de los flujos de los futuros ingresos y gastos que conseguimos con ella, es el valor actual financiero.
¿Qué es el valor neto financiero?
El valor neto es la parte del valor bruto que se obtiene cuando se hacen descuentos sobre una cantidad de dinero. El valor neto financiero, por lo tanto, es la capacidad que tiene tu economía de generar riqueza en el presente descontando aquellos gastos a los que te enfrentas mes a mes: la hipoteca, las facturas fijas, las matrículas escolares…
Restando tus costes a tus ingresos con precisión, tendrás una medida clara de cuál es la situación de tus finanzas a día de hoy. Después, solo tendrás que pensar cuáles son tus objetivos a largo plazo y cómo llevarlo a cabo, para conseguir un valor neto financiero cada vez más positivo a lo largo del año.
¿Cómo calcular tu valor neto financiero?
Piensa en tu valor neto como si del balance de una empresa se tratara. En la partida de los ingresos tienes que poner aquellos bienes que son de tu propiedad, como por ejemplo una vivienda, los saldos de tus cuentas e incluso el efectivo que puedas tener guardado en casa. No te olvides de poner los depósitos o los fondos, como los fondos de pensiones, así como las acciones, las participaciones y otras inversiones que hayas hecho.
En el otro lado de la lista figurarán, los gastos. Allí tendrás que contemplar todo tipo de deudas: hipotecas, préstamos al consumo, créditos y cualquier cantidad de dinero que tengas que abonar próximamente. Ten en cuenta solo lo que te queda por devolver, no el valor original de tus préstamos..
Una vez así, tendrás que restar todos tus gastos a todos tus ingresos para obtener tu valor neto financiero. Durante este proceso, puedes seguir una fórmula súper sencilla que te ayuda a saber cúal es el estado de tu salud financiera.
Tu valor neto debería ser igual o mayor al resultado de multiplicar tu edad por tus ingresos y dividirlo por diez. Por ejemplo, si tienes 35 años y ganas 45.000 euros netos, tu valor neto debería ser de unos 157.500 euros.
No hace falta que actualices esta cifra con mucha frecuencia, pero sí te aconsejamos que lo hagas una vez al año. Lo importante es qué posibilidades hay de aumentar ese valor para tener todas tus necesidades cubiertas en el futuro.
Si al calcular tu valor neto, este se encuentra en números negativos, no te preocupes. Aún estás a tiempo de empezar a invertir y generar valor en el presente. Cuanto más mayor te haces, más se reduce tu capacidad para conseguir dinero y poder llegar a tu jubilación con un buen colchón de ahorro a la altura de tus expectativas financieras.
¿Conocías el valor neto financiero? Gracias a él, tendrás una medida concreta y muy útil de tu propia situación económica. Asegúrate de que lo vas aumentando poco a poco, consiguiendo un mayor ahorro, pagando tus deudas y revalorizando tus propios activos.
