Las apps de mensajería se han convertido en las grandes mediadoras de nuestra vida en sociedad. Es impensable contar con un smartphone o un iPhone y no tener instalada alguna aplicación como Whatsapp o Line, que nos permiten tener una comunicación directa e inmediata con nuestros amigos y familiares.
La IAB Spain, la asociación de publicidad, marketing y comunicación digital de nuestro país, defiende en su Estudio Anual de Redes Sociales 2020 que Whatsapp es la red social líder en España. Es la primera app en términos de uso, frente a Facebook e Instagram, pero también es aquella en la que más tiempo pasamos de forma diaria, con 1 hora y 43 minutos de media.
En este artículo vamos a repasar las medidas de seguridad que te permite su configuración, de forma que puedas gestionar tu privacidad para que nadie más que tú o tus contactos podáis acceder a tu información.
Protege tu privacidad en Whatsapp
Whatsapp recopila muchos más datos de los que crees. Lo primero que debes saber es que Instagram y ella pertenecen a la misma empresa, Facebook, en cuyas bases de datos se encuentra toda nuestra huella digital. Esto es suficiente para pensar bien lo que hacemos antes de enviar un texto, un audio, una imagen o un vídeo a otra persona.
Estos consejos te ayudarán a reconocer posibles peligros y a decidir qué nivel de seguridad y privacidad quieres tener en la app:
- Reconfigura las copias de seguridad. Whatsapp te ofrece la posibilidad de realizar copias de seguridad periódicas para recuperar tus datos si pierdes el móvil o desinstalas la app. Esto de por sí es interesante, pero el problema es que estas copias no se encuentran cifradas, lo que favorece el acceso de los ciberdelincuentes a todo tu historial de conversaciones.
- Activa la autenticación de dos factores. Esta herramienta es indispensable para proteger nuestra actividad en Whatsapp, porque añade un PIN que debemos introducir cuando iniciamos sesión en la app. Esta clave aparecerá con cierta frecuencia mientras utilicemos el servicio para evitar que alguien suplante nuestra identidad.
- Limita tus registros de actividad. En el menú de “cuenta y privacidad”, dentro de “configuración”, tienes dos opciones realmente útiles: desactivar los recibos de lectura del famoso check azul y limitar quién puede añadirte a un grupo. Esta gran medida de ciberseguridad evita que te lleguen mensajes indeseados o solicitudes impropias a la app.
- Desactiva la hora de la última conexión. Esta función, hecha para conocer la hora a la que se conectan otros usuarios, puede ser bastante molesta e intrusiva. Si combinas el paso anterior con este, conseguirás que nadie pueda seguir tus pasos cuando te conectas, a costa de no poder comprobar la actividad de tus contactos.
- Cambia la información personal que muestras. Whatsapp te da la opción de ocultar tus datos personales, como tu foto de perfil, tu estado o la ubicación desde la que escribes. También puedes filtrar los mensajes de la pantalla para que no aparezcan completos y que de esta forma nadie pueda saber qué te escriben si levantan tu teléfono.
- Elige la frecuencia de las notificaciones. También tienes la opción de desactivar las notificaciones por completo. En este caso, tienes que ir a la configuración de tu móvil, donde además puedes aprovechar para desinstalar o limitar la actividad de otras apps en tu dispositivo.
En el caso de que estés dispuesto, también puedes considerar la opción de cambiar de app de mensajería. Puedes emplear alternativas como Telegram o Line, que te ofrecen grandes posibilidades de privacidad, e invitar a tus amigos a crear grupos privados en ellas. En cualquier caso, es importante que te informes bien sobre todas las opciones de configuración antes de instalarlas en el móvil o de utilizar sus funciones web.
