El patrimonio cultural de Castilla-La Mancha es rico en parques arqueológicos y en yacimientos de arte rupestre, pero si por algo destaca es por la importancia de sus edificios históricos. Entre ellos, el Teatro Circo de Albacete es un ejemplo único: este coliseo de estilo neoárabe es, en la actualidad, el más antiguo y operativo, en sus dos formatos teatro y circo, en todo el mundo.
Es por ello que el Ayuntamiento de Albacete decidió, el 25 de marzo, solicitar al Gobierno que lo propusiera como Patrimonio de la Humanidad (PMH) ante la Unesco. De esta forma, entraría en la selecta lista que integran en nuestra tierra Toledo y Cuenca, el parque minero de Almadén y el arte rupestre del arco mediterráneo.
Ahora que se acerca el Día Mundial del Circo, el 18 de abril, vamos a conocer por qué el Teatro Circo puede representar con orgullo el arte de la región. Son muchos años de espectáculos, diversión y felicidad que han enamorado a los albaceteños y podrían conquistar a los espectadores de todo el globo.
El Teatro Circo de Albacete: una historia de belleza y superación
Fue en 1887 cuando comenzó a levantarse el Teatro Circo, con doce pilares de estilo nazarí que habían llegado desde Valencia. Fueron doce socios, precisamente, los que se inspiraron en las fiestas religiosas que se celebraban frente a la Catedral de San Juan Bautista para financiar este gran proyecto que tenía lugar para unos 1.300 albaceteños.
En 1919, el arquitecto Juan Peyronnet hizo una ambiciosa reforma para convertirlo en un cine, ocultando el estilo neoárabe y dándole el aspecto de un teatro a la italiana. A través de él llegaron las primeras proyecciones a la pantalla, convirtiéndose en el centro cultural y social para los habitantes de la época.
Las dificultades llegaron en 1985, cuando tuvo que bajar el telón y fue víctima de varios saqueos e incendios que tumbaron muchos de sus pilares. La asociación Amigos del Teatro Circo logró que el Ayuntamiento de Albacete lo comprara de nuevo y que su alcaldesa, Carmina Belmonte, repartiera pagarés a los 200 socios que habían contribuido a hacer este sueño realidad.
El 9 de septiembre de 2002, siete años después de su rehabilitación definitiva, fue el día en el que comenzó la segunda vida del Teatro Circo. El Ballet Nacional de España representó la conocida obra Fuenteovejuna, coreografiada por Antonio Gades e inspirada en el teatro de Lope de Vega, que contó con la inauguración de la entonces Reina de España doña Sofía.
Los proyectos del Teatro Circo: el programa Alma de Albacete
El Cultural de Albacete ha decidido llevar a cabo un programa para reconocer el valor de los albaceteños en las artes escénicas. Este “Alma de Albacete” permitirá reconocer a aquellos paisanos que, como artistas, guionistas, directores o productores, han puesto su granito de arena para que las obras representadas en el Teatro Circo y en otros espacios de Castilla-La Mancha salgan adelante.
Además, cada año en el mes de febrero se celebra el Festival Internacional de Circo de Albacete, un evento que reúne a compañías circenses de todo el mundo para competir frente a un jurado internacional y el público por ser reconocidos como los mejores en sus disciplinas.
El Teatro Circo se ha convertido en un punto central en la cultura de la región. Es con el paso de los años que se aprecia el esfuerzo que han hecho miles de personas para que siga en activo, con sus doce pilares levantados hacia el cielo y las grandes funciones que combinan lo mejor del teatro y del circo en un mismo escenario.
