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Sostenibilidad y Banca ResponsableEficiencia energética, ¿cómo promoverla?

Te damos las claves para promover la eficiencia energética, en tu empresa o en tu hogar. Reduce costes de la factura y contribuirás a mejorar la salud del planeta.
29 diciembre, 2022145011 min

Da igual que hablemos de un pequeño negocio, que de una factoría multinacional. Incluso si nos referimos a economía doméstica. La reducción de costes y alcanzar una mayor eficiencia energética es una prioridad. Reduciendo nuestros consumos y cambiando nuestros hábitos, reduciremos nuestra factura y mejoraremos la salud del planeta.

El ahorro energético ha estado a la cabeza de las prioridades en empresas y hogares, pero ahora, es imprescindible.

¿Qué hacer? Es más que recomendable contar con la opinión de una consultoría especializada en la materia sobre la implantación de sistemas de gestión energética adaptados a nuestras necesidades.

No obstante, te ofrecemos aquí una serie de claves a tener en cuenta para rebajar tu factura energética.

Monitorizar las instalaciones:

Es clave hacer una revisión de las instalaciones, para analizar porqué existe un determinado consumo y a qué se destina la energía consumida. Monitorizar la instalación es, por tanto, un mecanismo que nos puede ayudar a hacer propuestas de mejora.

Entre estas mejoras puede caber instalar sensores; sectorizar el encendido de luces o la activación de los equipos. También mejorar es la formación del personal, porque todas las personas que usan una determinada instalación deben aprender y saber hacer un uso eficiencia. Con ello, estaremos dando un paso importante en eficiencia energética.

Nuevas adquisiciones:

Cada vez que efectuemos la compra de algún nuevo equipamiento, son distintos los aspectos que debemos valorar. Tendemos a fijarnos en el coste, que suele ser el protagonista en nuestra decisión de compra. Pero no deberíamos olvidarnos de otros parámetros, como es el objetivo medioambiental.

La eficiencia energética debe ser un elemento más a considerar a la hora de decidirnos por un equipamiento u otro. La conciencia medio ambiental está cada vez más generalizada, pero desde las organizaciones no se le da la importancia adecuada cuando llega el momento de tomar la decisión de adquirir nuevos equipos.

Un retorno razonable de la inversión:

Sin duda, mejorar los cerramientos y las carpinterías para lograr mayor estanqueidad de las edificaciones y poder hacer un control adecuado de la ventilación, es positivo para lograr esta eficiencia energética.

No obstante, quizás debamos valorar si nos interesa hacer una reforma cuyo único propósito sea lograr esta eficiencia energética, o esperar a que surja la necesidad de hacer otro tipo de implementaciones, y así aprovechar para hacer estas mejoras en eficiencia.

Mientras tanto, se pueden realizar otras actuaciones que no requieran gran desembolso económico, como puede ser renovar la iluminación a led, o integrar energías renovables, en función de las horas de uso de las instalaciones.

Unas manos nos muestran el icono de una vivienda con los símbolos sobre su nivel de eficiencia energética.

¿Por qué no aprovechar el calor residual?

Hornos, compresores, calderas.. son algunos de los ejemplos que instalaciones de las que se puede sacar el máximo partido aprovechando el calor residual que generan y permitirnos ahorrar una cantidad importante de dinero.

Cabría destacar el sistema de aerotermia, una tecnología que merece la pena que exploremos, y cuya demanda ha crecido de modo exponencial en los últimos tiempos. La aerotermia utiliza la energía del aire que nos rodea, almacenada en forma de calor, que puede ser utilizada para los sistemas de calefacción, refrigeración en un local o vivienda y agua caliente sanitaria.

Valorización de los residuos.

La industria y otros ámbitos, como las zonas urbanas o el sector de la alimentación, generan grandísimas cantidades de residuos que pueden ser valorizados, en lugar de dejarlos ir sin más al vertedero.

La separación de residuos en origen, cada vez más implantada, es clave para poder aprovechar cada residuo de la mejor manera posible. Con el objetivo de utilizar residuos para generar energía que sustituya la energía fósil se han construido plantas que, por ejemplo, permiten aprovechar el biogás y obtener, a partir del mismo, electricidad de origen renovable o bien inyectar directamente este gas en la red de gaseoductos.

Y si apostamos por las instalaciones fotovoltaicas:

Que el uso de los combustibles fósiles debe ir en detrimento no es nada nuevo. Una alternativa puede ser la instalación fotovoltaica que puede amortizarse en los primeros cinco años, periodo que puede reducirse hasta los tres años si contamos con ayudas. Con estos sistemas no solo se lograr un gran ahorro en el recibo de la electricidad; sino que también contribuimos a reducir el impacto ambiental.

La energía solar está ganando peso en todos los sectores, también en el agrícola, y cada vez más explotaciones apuestan por instalar placas solares. En los últimos años se ha potenciado el bombeo solar, para combatir el alto coste que supone el consumo de gasóleo en los grupos electrógenos necesarios para activar las bombas. Las placas fotovoltaicas, con potencia instalada asociada a bombas de riego, en sustitución de estos sistemas menos eficientes, son una alternativa a considerar.

Placas fotovoltaicas instaladas sobre un tejado.

Si bien es cierto que la motivación económica está detrás de la implantación de medidas como éstas, sobre todo dada la tendencia al alza de la luz y el gas, también lo es que con estas medidas estamos contribuyendo a un desarrollo sostenible y sostenido en el tiempo.

Por eso es importante promover la reducción del consumo energético y formar a las personas para que adquieran hábitos adecuados en esta materia. Es esencial para lograr el auténtico cambio. No sólo está en juego la salud económica de las entidades, sino, y lo que es más importante, la salud del planeta.

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