Mañana es Nochevieja, una de las noches más festivas del año. En España, la tradición es comer doce uvas a las 12 de la noche al ritmo de campanadas. Algo que se remonta, según algunas teorías, a 1882, cuando un grupo de madrileños acudió a la Puerta del Sol a comer uvas para ironizar a la clase burguesa, que solía beber champán acompañado de esta fruta. Otros aseguran que se debe a un excedente de uva que hubo en 1909 y que llevó a los productores a venderlas como “uvas de la suerte”. Ahora que sabes esto, ¿conoces cuál es el origen de Nochevieja?
Tenemos que remontarnos a la época romana para hallar el origen de Nochevieja. En el año 46 a.C, Julio César encargó la elaboración de un nuevo calendario. En él, el primer mes se le dedicaba a Janus, el dios de las puertas, los comienzos, los portales, las transiciones y los finales. Janus, de donde deriva el nombre del mes de enero, se representaba con dos caras, uno viejo y con barba, y otro joven.
Los romanos celebraban al dios Janus comiendo higos y dátiles con miel con la intención de empezar el nuevo año de una manera dulce. También, decoraban sus casas con ramas de laurel para atraer la fortuna.
Las doce uvas de la suerte
Con el paso de los años, la tradición ha ido evolucionando en nuestro país hasta la costumbre de comer las doce uvas. Una por cada mes del año nuevo. También es tradición, con el objetivo de atraer la buena suerte, llevar ropa interior de color rojo y brindar con champán con tus familiares y amigos.
En otros países, las celebraciones de Nochevieja cambian. En Italia, por ejemplo, en vez de comer doce uvas, comen lentejas; en Brasil ponen velas en la arena y lanzan barcos al mar cargados de flores y regalos, esperando que el agua los aleje de la orilla como símbolo de buena suerte; en Japón las doce campanadas se elevan a 108 en una tradición conocida como Joyano kane y en Rumanía bailan por las calles la Danza del Oso, un baile que simboliza la muerte y el renacimiento del año nuevo.
