En invierno, llegar a casa y sentir el calor del hogar es un gustazo. Un gusto que se nos olvida de un plumazo cuando llega la factura. Para que esto no suceda, te vamos a dar algunos consejos para ahorrar en calefacción y, además, ser más respetuoso con el medio ambiente.
Un uso inadecuado de la calefacción puede disparar el consumo. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), cerca del 50% del consumo de energía en una vivienda corresponde a la calefacción, por lo que saber cómo utilizarla de forma eficiente te ayudará a pagar menos.
Si eres de quienes tiene encendida la calefacción las 24 horas del día porque alguien te ha dicho que gastas menos, ¡error! Desde IDAE aconsejan ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de la vivienda y apagarla por la noche, ya que cuando estás acostado y arropado no es necesaria. En el caso de que tu vivienda esté mal aislada y quisieras dejar encendida la calefacción por la noche, puedes hacerlo manteniendo el termostato a 15-17ºC. Aunque es importante que sepas que es mucho más eficiente apagarla por la noche y encenderla unos minutos al levantarse. Una calefacción encendida por la noche puede aumentar el gasto en la factura energética en al menos un 10%.
Cómo ahorrar calefacción y hacer un uso más eficiente
Otros consejos que te ayudarán a pagar menos en tu factura son:
- Ajusta el termostato entre 20 y 21ºC. Por cada grado que se incrementa, el consumo energético aumenta en un 7 por ciento, disparando el gasto y las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Utiliza ropa de abrigo para estar en casa.
- Si la casa no está bien aislada, coloca burletes en puertas y ventanas, ya que ayudan a mantener la temperatura de la vivienda.
- Ventila por las mañanas, nada más levantarte, unos 10 minutos y deja las persianas subidas durante el día para aprovechar el calor del sol.
- Baja las persianas por las noches para que no se escape el calor y corre las cortinas para evitar el frío desde los cristales.
- Es conveniente purgar los radiadores para evitar que acumulen aire en su interior, ya que se consigue un mejor rendimiento de la caldera.
- Si tienes habitaciones que no se utilizan, cierra los radiadores para ahorrar el gasto.
Si tu calefacción es eléctrica, otro aspecto que debes tener en cuenta es que la potencia que tengas contratada sea suficiente para cubrir tus necesidades, pero no excesiva. Para saberlo, revisa cuáles son los intervalos de potencia de tu tarifa y si tu consumo se ajusta a ese rango.
Asimismo, siempre puedes elegir calderas más sostenibles, como por ejemplo las de biomasa. Son sistemas de calefacción eficientes que funcionan con combustibles naturales como los pellets, las astillas, los huesos de aceituna, la cáscara de almendra… Proporcionan tanto calor como agua caliente sanitaria y gracias a los avances tecnológicos de las propias calderas, se han convertido en una alternativa más económica y ecológica a los sistemas de calefacción convencionales.
