Nuestra huella ecológica, el impacto ambiental que generamos cada uno de nosotros con nuestros actos diarios, tiene repercusiones en todo el planeta. Tanto, que de nuestros hábitos depende que las generaciones venideras puedan disfrutar, por ejemplo, de muchos de los recursos naturales de hoy en día.
Por ello, es importante que aprendamos a vivir de forma más sostenible y hoy, vamos a contarte cómo hacerlo.
Llevar un estilo de vida sostenible no requiere un cambio radical.
En muchas ocasiones, basta con modificar pequeños gestos, pero que tienen grandes consecuencias, como, por ejemplo, la erradicación de la pobreza en el mundo y la conservación de los espacios naturales, entre otras muchas.
Debemos ser muy conscientes de que los recursos naturales son limitados y escasos. Si no hacemos un uso eficiente de los mismos los efectos no serán nada positivos.
Un consumo responsable es aplicable a todo tipo de ámbitos de nuestra vida. No solo debemos consumir de un modo más sostenible, sino también viajar, comer, relacionarnos… y, en definitiva, vivir.
Consejos para vivir de forma más sostenible
La primera premisa para ser un consumidor más responsable es aplicar la regla de las 3 R’s como forma de vida. Reduce todo lo posible el consumo de aquello que compras con el objetivo de minimizar la producción de desperdicios. Reutiliza, es decir, dales la mayor utilidad posible antes de que tengas que deshacerte de ellas. Recicla correctamente los desperdicios, depositándolos en su contenedor adecuado.
- Haz un uso eficiente del agua y de la electricidad. No sólo conseguirás reducir gastos, también ser más responsable. Por ejemplo, sustituye los baños por duchas; cierra el grifo mientras te enjabonas o lavas los dientes; apaga siempre las luces de las habitaciones en las que no estés; utiliza iluminación de bajo consumo; haz un uso eficiente de la calefacción y del aire acondicionado y apaga siempre los electrodomésticos del todo, es decir, no los dejes en “stand by” porque también consumen energía.
- Siempre que puedas, desplázate andando, en bicicleta o en transporte público y prioriza el tren al avión porque su huella de carbono es menor. La de los aviones continúa siendo muy elevada. Evita utilizar el automóvil para trayectos cortos y si tienes que ir en tu coche particular, intenta compartir viaje con otras personas.
- Consume local y productos de temporada para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ya que los medios por los que se transportan los productos lejanos generan más emisiones, y favorecer el ahorro energético. Además, estarás apoyando el desarrollo económico de la zona.
- Evita comprar alimentos envasados y reduce el uso de envases de plástico. Prioriza los productos que no están envasados y lleva siempre bolsas de tela para no tener que comprar una de plástico.
- Evita el desperdicio de alimentos es clave para la sostenibilidad. Tanto que es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Según se establece en el objetivo 12, en el horizonte 2030, debemos «reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha».
Ahora que ya sabes cómo vivir de forma más sostenible, analiza cuáles son tus hábitos y en qué forma estás contribuyendo a la preservación del planeta. Siempre, todos, tenemos mucho por mejorar y hoy es un buen momento para cambiar.
