CIRBE son las siglas de Central de Información de Riesgos del Banco de España y se corresponde con una herramienta de vital utilidad para las entidades financieras; existe desde 1972 y facilita el conocimiento de las mismas sobre la situación de endeudamiento de un cliente.
Es una base de datos donde se recoge la información de los riesgos directos e indirectos por importe superior a 6.000 euros de las entidades de crédito con sus clientes, estos riesgos serían, préstamos y créditos en el caso de los directos y avales y garantías en los indirectos. Además, tiene carácter público y confidencial, las entidades están obligadas a incluir en esta base de datos los riesgos actualizados contraídos con sus clientes y actualizar la información de forma periódica.
El acceso de una entidad a la CIRBE no necesita autorización por parte del cliente, pero este sí debe ser informado por escrito del derecho de la entidad a acceder a ello.
Otra de las funciones de la CIRBE es que el Banco de España la use en su labor de control. Es un organismo regulador y utiliza la información de forma agregada para desempeñar sus funciones de supervisión y control de las entidades de crédito.
Por tanto, siempre que solicitemos un préstamo o crédito o firmemos un aval, nuestra entidad accederá a consultar nuestra capacidad de endeudamiento en la CIRBE y por tanto, valorar nuestra capacidad de devolver el dinero prestado.