¿Sabías que el frigorífico es el electrodoméstico que más consume? Un uso eficiente del mismo y la puesta en práctica de estos 5 consejos te ayudará a ahorrar energía con la nevera y a reducir la factura de la luz.
Se estima que el consumo energético del frigorífico gira en torno al 25-30 por ciento del consumo total de un hogar. Y es que, si lo piensas, es el electrodoméstico que nunca duerme. Está encendido 24/365 y eso, se nota. ¿Cómo puedes entonces reducir el consumo? Toma nota de los siguientes pequeños grandes gestos con los que conseguir recortar el gasto.
¿Cómo ahorrar energía con la nevera?
- Busca la etiqueta de eficiencia energética
A la hora de comprar el frigorífico, elígelo con clasificación energética A. Hoy en día, todos los electrodomésticos llevan una etiqueta que mide su eficiencia energética. Esta puede ser A, A+, A++ y A+++. Cuantas más A, mayor será el ahorro. Al principio, puede parecerte un gasto innecesario, pero a largo plazo, es algo que repercute de forma directa en el consumo de la nevera.
- Controla la temperatura
Una temperatura demasiado baja también dispara el consumo energético. La temperatura adecuada es de 5ºC en el frigorífico y -18ºC en el congelador. De esta manera, tanto los alimentos como tu bolsillo se conservarán en condiciones óptimas.
- Piensa bien dónde la instalas
La elección del lugar en el que colocar el frigorífico debe pensarse previamente. Es importante que esté alejado de cualquier fuente de calor, como el horno, la vitrocerámica o, incluso, un radiador o la luz solar directa. La nevera debe instalarse en un lugar frío, seco y con buena ventilación. Además, no se deben bloquear los orificios o rejillas de ventilación y se debe dejar suficiente espacio en todos sus lados, arriba y abajo.
- La puerta, cerrada
La puerta de la nevera no debe abrirse demasiado ni para sacar ni para colocar los alimentos en ella. Ni mucho menos, dejarla abierta. Es algo muy básico, pero es preferible pensar qué vamos a sacar/meter antes de hacerlo. Ten en cuenta que, cada vez que se abre la puerta, sube la temperatura interior, por lo que, para llegar a recuperar la temperatura óptima, va a producirse un pico en el consumo.
- El orden importa
Colocar los alimentos de forma adecuada en la nevera, no sólo ayudará a que estos se conserven de forma adecuada, sino a reducir el gasto energético. Para ello, sigue las recomendaciones del fabricante y fíjate en los iconos interiores del frigorífico. En términos generales, coloca en la parte superior alimentos frescos; en la inferior, carnes y pescados crudos, pues es la zona más fría; reserva los cajones para las frutas y las verduras; y en la puerta, aquellos alimentos que no requieran temperaturas muy bajas, como los huevos, la leche, los zumos o la mantequilla.
Es muy importante, además, que no introduzcas nunca alimentos calientes en la nevera.
¿Ponías en práctica estas recomendaciones para ahorrar energía con la nevera? Si no lo hacías, ¡no esperes más! Tanto el planeta, como tu bolsillo te lo agradecerán.
