Según la encuesta de condiciones de vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 40% de los hogares españoles no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Esta dificultad se acentúa todavía más tras las vacaciones y las compras asociadas al verano. ¿Cómo nos enfrentamos a la “cuesta de septiembre”?
Planificar los gastos antes de irnos de vacaciones es la regla fundamental para evitar sustos a la vuelta. Controlar periódicamente los cargos en nuestras tarjetas, estipular un límite de retirada en efectivo o dar de alta un servicio de avisos en nuestro smartphone ayuda también a disfrutar de las vacaciones sin sufrir luego las consecuencias económicas.
Libros de texto, ropa nueva para toda la familia, reformas en la casa o la compra de un coche. Septiembre es tradicionalmente el mes de vuelta a la rutina pero también es la época del año en la que nos marcamos metas para el nuevo curso. Si a estos proyectos le sumamos gastos no previstos, como el arreglo de una avería, por ejemplo, la vuelta de vacaciones nos puede deprimir en más de un sentido. Siempre es recomendable contar con un pequeño colchón que nos permita hacer frente a estos gastos de una manera más cómoda. No todos tenemos que ahorrar de la misma manera, es importante que cada uno encuentre el sistema que mejor se adapta a su perfil económico y estilo de vida, desde las pautas más tradicionales, como los depósitos, hasta las fórmulas más originales, como el método japonés kakebo, basado en objetivos y promesas mensuales de gasto. Buscar el equilibrio entre todos estos sistemas nos permitirá generar una bolsa de ahorro estable y segura. Además, podemos contar también con ayudas adicionales, como los préstamos, que nos facilitarán la financiación de determinadas compras. Opta por acudir a una entidad de confianza y disfruta de la vuelta de tus vacaciones sin preocuparte.
Y tú, ¿tienes pensado algún cambio importante en tu vida a partir de septiembre? ¿Cómo te lo planteas?
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